El 8 de diciembre de 1980, cinco disparos de un revólver 38 hicieron estruendo en la noche de Nueva York y repercutieron por todo el mundo.
El ex Beatles, John Lennon, e ícono del rock, moría impactado por cuatro de los proyectiles que su asesino, Mark David Chapman, un fanático desequilibrado que había viajado desde Hawaii lo había esperado todo el día frente a la residencia del músico para cometer el acto que lo vincularía para siempre con la historia.
El autógrafo final
Ese día fue una jornada bastante ocupada para John. Tenía una sesión de fotografía para la revista Rolling Stone, dos entrevistas –una para la prensa británica y otra para una radio en California-, más la grabación en estudio del disco que preparaba con su esposa, Yoko Ono.Afuera de la residencia esperaban, de un lado de la entrada del edificio Dakota,Paul Goresh, un fotógrafo aficionado que se había ganado la confianza de Lennon y, del otro, una enigmática figura que resultó ser Mark David Chapman.
El fotógrafo tomó las últimas imágenes de John, en la que está firmando un autógrafo para su propio asesino.
John, La leyenda
Alrededor de las 10:50 p. m. del 8 de diciembre de 1980, poco después de que Lennon y su esposa volvieran al Dakota, Mark David Chapman disparó contraLennon por la espalda 5 veces, de las cuales impactaron cuatro. El cuerpo mal herido de Lennon fue llevado a la sala de emergencia del Hospital Roosevelt y fue declarado muerto a su llegada a las 11:00 p. m.
El Legado
La trágica muerte de Lennon hoy en día es recordada, tanto por aquellas generaciones que vivieron esa lamentable noche, como por los que se han informado a través del tiempo y los medios de comunicación. Nada de lo que se ha dicho y analizado a lo largo de los años, ha podido darle razón a la tragedia ni cerrar del todo la herida colectiva que causó.“John, le ponía casi todo su ser a su música, así que los que la escuchaban también lo conocían de cerca”.
